
Qué hacer cuando dejas el porno
Aunque para muchos todavía siga siendo un tabú, la pornografía es hoy por hoy uno de los negocios más rentables que existen. La expansión de Internet ha permitido que las productoras puedan llegar a un público mucho más amplio, de millones de espectadores nen todo el mundo, y el consumo se ha disparado. Tanto es así que incluso algunos expertos están empezando a alertar sobre los peligros de la sobreexposición al porno, con muchos jóvenes accediendo a este tipo de contenido a edades muy tempranas. Como todo en este mundo, el porno no es bueno o malo de por sí, y será nuestra manera de disfrutarlo y entenderlo lo que nos aportará o nos perjudicará. Para muchos, el porno es algo sucio y prohibido, algo que intentan mantener bien lejos. Para otros es sencillamente una forma de aprender y disfrutar de su sexualidad, sin darle más importancia. Y para otros tantos privilegiados es un trabajo, una forma de vida.
Cada vez son más las personas que se animan a convertirse en actores porno, chicos y chicas que se lanzan a una industria muy especial, en muchas ocasiones sin saber lo que les espera. Y es que elegir esta vía como forma de vida puede parecer algo increíble en un primer momento, como un sueño hecho realidad. Pero no es oro todo lo que reluce dentro de la industria, y más allá incluso de las propias connotaciones morales, convertirnos en actor porno puede darnos alegrías, pero también muchos quebraderos de cabeza. Estrellas del cine para adultos han salido recientemente de la industria, aludiendo a problemas físicos y emocionales, por toda la carga que supone este trabajo. Y es que de hecho, ser actor porno se parece bastante a ser deportista de alto nivel. Cumples un sueño, vives de lo que te apasiona, pero todo ese trabajo al nivel más intenso supone luego una carga que es compleja de sobrellevar. Por eso las carreras de estos actores y actrices suelen ser relativamente cortas, y muchos tienen que buscar nuevas salidas, nuevas opciones, tras abandonar la industria. El porno deja marcado a todo el que participa en él, pero hay muchos casos en los que las actrices y actores han podido seguir con sus vidas sin problema.